En los últimos años, la Inteligencia Artificial (IA) ha pasado de ser una herramienta a convertirse en una tecnología presente en muchos ámbitos de nuestra vida. Poco a poco continúa ganando terreno en una variedad de campos con un impacto directo en todos los procesos productivos y sociales.

Diego Álvarez, director de la Cámara de Innovación y Tecnología Ecuatoriana (Citec), la define como un “fenómeno sociotecnológico”, en la línea de lo que representó en su época el Internet o la telefonía móvil, cuyos resultados y efectos serán más fuertes con el paso de los años.

P. ¿Cuáles son los ejemplos más representativos de implementación de la IA?
El uso de la IA tiene un espectro como tal. Gran parte del uso de la IA es en la automatización de procesos. A través de ella, nosotros podemos efectivamente empezar a percibir servicios de toda índole relacionados, por ejemplo, al tema de investigación científica, de banca, de seguros o en el tema educativo.

La IA se despliega en todos los niveles y de frente hacia los ciudadanos, pero el trabajo duro con la IA es en muchos casos el que no vemos, el que las empresas utilizan a su interior para automatizar, para generar servicios y procesos más eficientes.

P. ¿Cuáles son los países que van más adelante con este proceso?
En este caso, existen varios mecanismos para verificar el estado de madurez. Tenemos algunas iniciativas de multilaterales como UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) o como el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), por ejemplo. La UNESCO, a través de una metodología que se llama RAM (Metodología de Evaluación de la Preparación), establece el estado de madurez de los países.

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Errores de la Inteligencia Artificial (IA): ¿qué tan confiables son sus respuestas?
Hoy por hoy la IA se está desplegando de manera transversal en todos los países, pero gracias a la madurez digital en general de otros países de la región como México, Argentina y Brasil, han tenido la capacidad de generar una mayor y más rápida capacidad de adopción. Entonces, estas metodologías, tanto de la UNESCO como el PNUD, diagnostican la madurez de un país respecto de su adopción, pero los resultados finalmente tienen muchísimo que ver con una serie de iniciativas no específicas de IA, sino en general de adopción tecnológica que estos países vienen manejando ya durante años.

P. ¿Qué desafíos enfrenta Ecuador en cuanto a la IA?
Hay algunos elementos que tomar en consideración. En primer lugar, el tema de las capacidades educativas, es decir, qué tanto nuestros colegios y universidades han incorporado en sus pénsums y sus mallas curriculares, clases o contenido específico relacionado al tema de inteligencia artificial. Luego viene el tema de talento humano, es decir, cuál es el nivel de conocimiento de ese personal que está inmerso tanto en el sector público y privado. Todo esto yo lo englobaría en el tema de cultura y educación digital.

Otro de los elementos que se revisa, por ejemplo, es la conectividad. Como cuáles son los estándares de conectividad del país, qué porcentaje de la población está conectada, cuál es el nivel de penetración de la telefonía móvil, el acceso a teléfonos inteligentes, etc.

Y en cuanto a un despliegue más concreto, cuál es el nivel de uso que le están dando, por ejemplo, las instituciones del sector público, cuánta automatización de procesos a través de inteligencia artificial se perciben ya en servicios públicos para la obtención de cualquier tipo de servicio. Así, todos estos elementos se identifican y determinan un nivel de madurez respecto a la adopción de la tecnología.

P. ¿Cuáles son las condiciones inhabilitantes de Ecuador en relación a Latinoamérica?
Nosotros hemos trabajado en un informe que hace una comparación sobre los estados de regulación de inteligencia artificial a lo largo de Latinoamérica. He tenido la oportunidad de realizar esta investigación en ocho países: Argentina, Colombia, Costa Rica, Chile, México, Panamá, Perú y Ecuador.

En Latinoamérica, desde los últimos dos años se han presentado 109 proyectos de ley que quieren regular la inteligencia artificial, de los cuales únicamente Perú ha sido el único que tiene aprobada una ley de inteligencia artificial. El gran reto que tenemos es que, en la gran mayoría de países, al ser un fenómeno nuevo para todos, no se está considerando el contexto transversal que tiene el tema de inteligencia artificial.

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¿Cómo usar adecuadamente la Inteligencia Artificial (IA) generativa?
Hoy por hoy hay proyectos de ley que se están centrando, por ejemplo, exclusivamente en temas de los riesgos asociados a la inteligencia artificial, pero no se está verificando todo este espectro que tiene que ver con el estímulo a la innovación, el estímulo al desarrollo de la educación, de la investigación, a la formación de talento humano, etc. Porque finalmente el gran poder que va a tener la inteligencia artificial está relacionado a un tema de desarrollo social y económico de la humanidad.

Entonces, esa perspectiva es la que creo que todavía no se logra entender y el mayor freno es el no entender que la inteligencia artificial tiene un poder transformador y que se la identifica como una herramienta que puede generar riesgos a los usuarios, a los humanos.

No basta únicamente con legislar la inteligencia artificial, sino que sí requerimos de un marco normativo, de política pública, que en primer lugar incentive la inversión en tecnología, promueva la generación de capacidades de la población, genere ecosistemas de innovación y en general se consideren las oportunidades para la transformación de la sociedad.

Ecuador no es un gran desarrollador de inteligencia artificial. Ecuador implementa esta inteligencia artificial que se está desarrollando en otros países como China, Estados Unidos, etc. La gran misión que tenemos que desarrollar como país es entender que la legislación tiene que ser transversal, tiene que de alguna forma generar y facilitar el acceso a inversión extranjera. Necesitamos generar inversión extranjera, pero también crear condiciones adecuadas para que los emprendedores y las empresas locales de Ecuador tengan capacidades para poder introducirse rápidamente en este mercado, que puedan ser fomentadas y apoyadas también desde la visión del país.

P. ¿Por qué es importante la cooperación y acción conjunta entre el Estado, la academia y el sector productivo en la visión sobre la IA?
El despegue de la inteligencia artificial va a tener efectos distintos para cada sector de la sociedad. No solo efectos, sino también retos. Por ejemplo, en el ámbito académico, desde una perspectiva de las universidades, ellos tienen varias problemáticas o varios frentes que abordar con inteligencia artificial. Por un lado, todo lo que tiene que ver con investigación científica, es decir, ¿para qué vamos a utilizar o para qué nos puede servir la inteligencia artificial? ¿Cuáles van a ser esos usos científicos como tal? Pero más desde la perspectiva del rol de las universidades, pues ellos afrontan ahora un montón de retos asociados a cómo los estudiantes están utilizando inteligencia artificial en el modelo educativo.

En el sector público, por ejemplo, ¿cuáles son realmente los compromisos, las inversiones o las oportunidades que como sector pueden generar para aprovechar en sus propios servicios la inteligencia artificial? Asimismo, el rol del Estado de proteger a los ciudadanos en caso de que se utilice de manera inadecuada la inteligencia artificial. Y del sector privado igual: ¿cuáles son esas obligaciones o estándares mínimos del uso ético? Y al mismo tiempo, ¿cuáles son esas condiciones que deberían tener todas las empresas para desplegar sin mayor resistencia este tipo de tecnología que va a generar muchas oportunidades de crecimiento y desarrollo económico?

P. ¿Qué papel juega la ciudadanía en la implementación de procesos con IA?
La tecnología va a generar impactos cotidianos en la vida de los ciudadanos. El mayor compromiso que como ciudadanos tenemos que desarrollar es el de entender cuál es el rol que la tecnología tiene en nuestras vidas. Muchos de nosotros lo primero que hacemos al levantarnos es tomar el teléfono y es lo último que hacemos al momento en el que nos acostamos.

Entonces, la tecnología ya forma parte de nuestras vidas, de nuestros procesos, de la forma en la que nos relacionamos. Es importante entender hasta cierto punto cómo con la inteligencia artificial se van a generar esos cambios también en nuestra vida. Van a haber muchos procesos que van a modificarse y el reto tiene que ver mucho con la capacitación y con la responsabilidad de cada persona de darle un uso correcto a la herramienta.

P. Desde el sector privado, ¿qué desafíos enfrenta la IA en Ecuador?
Al sector privado yo lo separaría en dos. Ese sector privado que está adoptando la tecnología, hablemos de un hospital, hablemos de un banco, hablemos de una aseguradora, de una empresa minera y cualquier empresa que está en un rol de adopción de esta tecnología.

Entonces, habría que evaluar los desafíos, pero también las oportunidades de que estas empresas privadas tengan la posibilidad de explorar, experimentar y desarrollar estas implementaciones sin limitaciones, siempre y cuando se utilicen bajo unos estándares éticos y de buen uso. El resto es que no se generen barreras para que empresas privadas adopten y desplieguen usos de inteligencia artificial éticos.

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Búsquedas en Internet: ¿cómo elegir el mejor buscador web según la necesidad?
En el sector privado tenemos empresas que están realmente invirtiendo en esta nueva tecnología. Y ahí, la perspectiva es que este tipo de desarrollo no vaya a ser frenado por algún tipo de régimen regulatorio, de licenciamiento o de estandarización de requisitos administrativos para poder hacer el despliegue de esta tecnología. Lo ideal sería que responda a controles ex post. Es decir, yo como Estado o como gobierno no te pido una autorización previa para que hagas temas de inteligencia artificial. Más bien, reviso después de que las ejecutes que las estés ejecutando bajo estos estándares éticos, de buen uso y de seguridad.

P. ¿Qué elementos deben considerarse a nivel regulatorio y de políticas públicas?
Hay algunos principios generales que son los que se están discutiendo internacionalmente para el uso ético de inteligencia artificial. Estamos hablando de que estos modelos contemplen medidas de seguridad que hagan estos sistemas robustos, que no sean hackeables, que no sean violentados de manera fácil, etc.

En segundo lugar, el tema de la transparencia es muy importante. Los sistemas de inteligencia artificial deben ser transparentes. Se tiene que entender cuáles son las funcionalidades que están detrás y cómo se generan los resultados. El tema de la confidencialidad para que la información que se procese dentro de sistemas de inteligencia artificial sea confidencial para las partes que están involucradas. El tema de privacidad y protección de datos también es otro de los principios que se comentan.

Con ese panorama inicial, son principios a los que ninguna empresa se va a oponer. El reto es que como Estado no se puede obligar a una persona que sea más ética que otra. Pero de una forma, estos principios son los que tienen que regir la manera en la que las empresas desplieguen la inteligencia artificial.

P. ¿Cuáles son los puntos en común que debe considerar el marco regulatorio a nivel de la región para trabajar en conjunto frente a grandes empresas de IA en el mundo?
Hay un estándar que se determinó hace pocos días en función de la estrategia que el gobierno de Estados Unidos publicó sobre la inteligencia artificial. En ella se establecieron tres ejes principales. El primero es el que tiene que ver con el desarrollo, el apoyo y el incentivo al despliegue de la inteligencia artificial.

Ese compromiso de decir “vamos a apoyar todo en lo que se tenga que apoyar para que la inteligencia artificial se desarrolle, se genere innovación, se despliegue, se use, etc.”.

Número dos está el tema de la infraestructura. La inteligencia artificial va a requerir importantes inversiones de infraestructura, de procesamiento de información como datacenters, servidores. En eso Ecuador tiene una deuda pendiente.

Número tres es la cooperación internacional. Esto tiene que ver con la diplomacia de inteligencia artificial y con la seguridad, el compromiso de seguridad con la inteligencia artificial. Con diplomacia internacional nos referimos a la capacidad que progresivamente tienen que desarrollar los Estados para estandarizar sus principios y sus modelos de regulación. Al ser un fenómeno mundial y al mismo tiempo tan atado al tema de conectividad sin fronteras, que los países empecemos a alinear esos estándares, pero también a generar estos esquemas de cooperación para temas de inversión, para temas de compartición de información, de capacidades, de buenas prácticas, etc. Y toda esa diplomacia requiere obviamente de personal capacitado, de personal que entienda las particularidades técnicas al respecto. (CPL)

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