La eliminación del subsidio al diésel anunciada por el Gobierno Nacional continúa generando debate. Darío Hurtado, docente de la Escuela de Administración de Empresas de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), campus Loja, expuso cifras que muestran cómo esta decisión podría incidir en la economía y en la dinámica de consumo de combustibles, especialmente en la Zona 7 (Loja, El Oro y Zamora Chinchipe).

Según los datos presentados, en Ecuador circulan alrededor de 3,1 millones de vehículos, de los cuales el 13,49% funcionan con diésel. En la Zona 7, este tipo de automotores representa un consumo significativo: El Oro registra el 15,13% de su parque automotor con diésel, Loja el 17,31% y Zamora Chinchipe el 28,06%. En conjunto, estas provincias concentran el 11,65% del total de diésel despachado en el país.

Hurtado explicó que, del subsidio nacional estimado en 1.603 millones de dólares, cerca de 203 millones habrían beneficiado directamente a las provincias del sur. Sin embargo, aclaró que la supuesta relación entre el “exceso de consumo” y el contrabando debe analizarse con mayor rigor. “No se puede afirmar de manera categórica que todo el consumo adicional se destine al contrabando, pues también influye la dinámica de transporte y el uso de maquinaria en estas zonas”, señaló.

Situación en Zapotillo

Respecto a la reducción de filas en gasolineras de cantones fronterizos como Zapotillo, el experto comentó que podría estar relacionada tanto con la disminución del ingreso disponible de los hogares, tras el incremento del precio del combustible, como con un eventual freno al contrabando. “Es probable que parte de la demanda estuviera vinculada al contrabando, pero se necesitan datos estadísticos para confirmarlo”, puntualizó.

Finalmente, desde la perspectiva macroeconómica, consideró que la eliminación del subsidio es una medida orientada a corregir el déficit fiscal. No obstante, advirtió que el verdadero impacto se medirá al cierre de 2025, dependiendo de cómo se redistribuyan los recursos ahorrados. “Si se destinan al sector productivo, podría fortalecer la economía; pero si se manejan con fines populistas, no generarán un efecto real en el crecimiento”, concluyó.

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