La ciudad de Loja se conmovió durante el fin de semana con la denuncia de un presunto caso de maltrato animal ocurrido en el sector Daniel Álvarez, donde dos perritos habrían permanecido en condiciones críticas, sin alimento ni agua, hasta fallecer. La situación, visibilizada a través de redes sociales, generó indignación y una inmediata reacción ciudadana.
De acuerdo con los testimonios de rescatistas, al intentar auxiliar a los animales se encontraron con obstáculos por parte de los propietarios de la vivienda. Uno de los perros ya no estaba en el lugar y el otro, en estado de agonía, no fue entregado de manera inmediata pese a los ruegos de activistas. Horas después, el animal murió.
Actuación del Municipio
El Municipio de Loja, a través de la Comisaría de Ambiente, informó que actuó conforme a la Ordenanza 030-2021, notificando a los propietarios y trasladando posteriormente el cuerpo del can al Centro de Fauna Urbana para realizar la necropsia correspondiente.
Darío Córdova, comisario de Ambiente del Municipio de Loja, señaló que, tras recibir la alerta de maltrato animal, acudieron al lugar de los hechos; sin embargo, en primera instancia no pudieron ingresar debido a la resistencia de los propietarios de la vivienda.
Agregó que, como institución, se realizó la notificación formal a los responsables y que se dará inicio al proceso sancionatorio correspondiente. Según la Ordenanza de Protección de Fauna Urbana, las sanciones incluyen: una multa equivalente a un salario básico unificado, 400 horas de trabajo comunitario y/o la prohibición de tener mascotas.
Protesta social
Ante el hecho, colectivos de protección animal convocaron a un plantón y marcha el sábado 13 de septiembre en el redondel de La Tebaida. Con carteles que decían “Callar es ser cómplice” y “Tu acción los puede salvar”, decenas de personas recorrieron las calles exigiendo justicia y sanciones ejemplares.
“Estamos cansados de la indiferencia. No es la primera vez que pasa algo así y las autoridades siempre llegan tarde”, expresó uno de los asistentes, quien además recordó que el Código Orgánico Integral Penal (COIP) contempla penas de hasta tres años de cárcel por actos de crueldad animal.
Este caso abre nuevamente el debate social sobre la urgencia de fortalecer la cultura de respeto hacia los animales en la ciudad.