Práctica se daría principalmente en cantones de menor población. Se teme que se dé en este nuevo proceso.

La ‘compra de votos’ para favorecer a determinados candidatos es una práctica que aparentemente cuenta con antecedentes en la provincia de Loja. Cuando se habla de ‘compra de votos’, se habla de que candidatos o sus allegados, para obtener ventaja en las urnas, pagan una suma de dinero a los votantes con la condición de que éstos últimos les den el voto. Otra práctica que va de la mano con la ‘compra de votos’ son los cambios de domicilios masivos de ciudadanos de un sector a otra jurisdicción, solo para un evento electoral, también con la finalidad de beneficiar con más votos a un candidato.

Alguien que ha venido denunciando este tipo de presuntas prácticas es el alcalde de Quilanga, Francisco Jaramillo Alberca. Él señala que en 2014 conoció que en una parroquia de otro cantón, a moradores de ese sector, les compraron su voto con “una funda de pan y 20 dólares”. A esas personas, señala el burgomaestre, incluso les habrían pagado el pasaje para que vayan al cantón Quilanga, voten, y luego se regresen hasta su parroquia. “Con poquísimo se dejan comprar la conciencia”, asegura la autoridad cantonal.

Otro aspecto que también preocupa a Jaramillo Alberca son los cambios de domicilios en gran cantidad de personas ajenas a un cantón, también con la intención de favorecer a un candidato. Dice que eso se dio en Quilanga, asunto que incluso lo denunció ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) pero “hasta ahí ha quedado, no han hecho nada”.

El alcalde de Quilanga teme que en estas nuevas elecciones, que serán el próximo 24 de marzo, suceda algo como lo que él ha denunciado. “Habrá que prepararse para no dejar votar a la gente que es de otra parte”, indica.

En cantones con menor población

A criterio del exalcalde de Saraguro, Jairo Montaño Armijos, la ‘compra de votos’ es una práctica que se da principalmente en los cantones de menor población. “En cantones pequeños es tradicional”, refiere el exburgomaestre, indicado que a cada votante le suelen pagar entre 10 y 20 dólares.

Para Montaño Armijos, esto es una forma de corrupción, porque se le está comprando la conciencia a alguien, y se le está arrebatando la voluntad de decidir a ese votante.

Indica que una situación que obliga a una persona a ‘vender su voto’ es su situación económica. Montaño Armijos sostiene, que de lo que ha escuchado, la ‘compra de votos’ consiste en que en el día de las elecciones, los allegados a un candidato le pagan al votante para que éste les entregue la papeleta vacía. Luego, esa papeleta, con otra persona, es ingresada a la urna ya con el voto consignado.

Sanción

El director de la Delegación Provincial del CNE en Loja, Luis Cisneros Jaramillo, manifiesta que para las personas que el día de las elecciones intenten sacar una papeleta en blanco, existen sanciones. La amonestación consta en el Código de la Democracia y consiste en una multa de 20 remuneraciones mensuales básicas unificadas y la suspensión de los derechos políticos o de participación por cuatro años.

Respecto a cambios de domicilio fraudulentos, Cisneros Jaramillo informó que del último proceso de cambios de domicilio, que fue hasta el 12 de octubre pasado, en la provincia, el CNE detectó más de 400 cambios de domicilios fraudulentos, los cuales no fueron admitidos. (JGN)

EL DATO

Las elecciones seccionales son el próximo 24 de marzo.

FUENTE: https://lahora.com.ec/loja/noticia/1102228295/hablan-de-votos-a-cambio-de-una-funda-de-pan-y-20-dolares

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